miércoles, 7 de julio de 2010

“El despertar de una verdad”

¿Cuál es la posición ética y política que debe asumir un comunicador social frente a las situaciones de desigualdad, violencia y conflicto en Colombia, y cómo esta se puede proyectar en su que hacer cotidiano?

Más que la posición de una comunicadora social desde lo ético y lo político, es mi posición como ser humana, una persona perteneciente a este país, a este mundo, a quien también le afectan los conflictos y sus factores alimenticios.

La información entregada por una entidad pública afirmando que lo que hay en Colombia no es conflicto, también hace entrega del verdadero responsable de esta guerra, el Estado. Mientras nos hacen acreedores de una teoría la cual saca en limpio al gobierno y a los que apoyaron esta supuesta verdad. Esta ya es una problemática antigua de nuestro país, ya que comienza desde los años 60 desde la guerra provocada por los partidos políticos más comunes de esa época, el conservador y el liberal.

No puedo afirmar que no existieran más conflictos antes del encuentro de los partidos políticos, pero éste si tuvo mucho que ver con lo que vivimos actualmente en Colombia. La desigualdad es por ejemplo algo que siempre ha estado entre nosotros, pero hace unas cuantas décadas se ha convertido en el principal problema afectando a toda la población, desde el sector financiero con los resultados que estaban dando la exportación del café y el narcotráfico, el gobierno comenzó a subir con permanencia los costos de los impuestos indirectos.

Los ricos siempre quieren ser más ricos a costa de los pobres y utilizando el gobierno, los pobres cada vez son más pobres y tienden a perder lo poco que les queda. Es una problemática que debe ser arrancada desde la raíz, desde los procesos de aumentos excesivos de dinero que algunas poblaciones vulnerables no puedan pagar, haciendo una aplicación de derechos y deberes con toda la comunidad.

A partir de la larga y terrible violencia entre los dos partidos tradicionales, ocurrió el surgimiento de los diferentes grupos guerrilleros (el Moec, tulio bayer en el vichada, Federico Arango fonnegra en Santander, el fuar; las fal y ful; Epl, M-19, Prt, Quintín Lame,Crs, Mir Coar, FARC y ELN) que quisieron independizarse y atacar a los dos partidos, aunque algunos grupos ya desaparecieron hay dos que hoy en día mantienen con vida el conflicto como lo son Farc y Eln.

Un comunicador social debe conocer, saber qué es lo que está pasando en el país, conocer la historia, las problemáticas existentes y aunque dentro de su ética no esté la importancia de solucionar esos problemas, se trata de tener humanismo y aportar a la solución de esta violencia que acaba con el país día a día. Es un conflicto con gran densidad que se debe estudiar muy bien su historia, sus orígenes y sus contextos, para poder buscarle una solución.

La posición planteada en este ensayo, nos lleva a pensar en el futuro de las personas que su hacer diario es quizá el periodismo o la comunicación, que su vida girará en medio de estas tres variables que se adueñan del mundo (desigualdad, violencia y conflicto) convirtiéndolos tal vez en esclavos de la información manipulada por el centro de este problema que es el gobierno.

El comunicador puede proyectarse, hacer caer en cuenta al Estado que la solución de esta problemática que hoy invade a todo el mundo, está en sus manos. Que la culpa es suya por tener debilidades, falencias y por haber dejado al país solo, esa ausencia hace que otros actores no estatales se ocupen de las problemáticas del país.

Por ende, como comunicador, estamos en riesgo, ya que no tenemos un Estado que garantice lo público y la producción de bienes públicos, pero debemos saber que somos colombianos y nos caracterizamos por negociar y tratar de acomodar la ley. Aunque sin querer nos volvamos partícipes de los conflictos armados del país ya sea como víctimas o como cómplices sabemos quienes están detrás del problema y que por miedo al Frente Nacional, o a los grupos armados que se han ido formando con el pasar del tiempo, no se quiere afrontar con los pies bien puestos sobre la tierra y la realidad esos graves problemas que quizá todavía puede tener solución, con ayuda de las diferentes entidades estatales que conforman el país.

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